Reflexión geográfica - 1era entrega
Algo que siempre me ha parecido muy interesante, es la etimología (origen de los nombres) de pueblos, ciudades y departamentos. En la mayoría de los casos, tiene riquísimas historias cargadas de tradición, geografía, luchas y folclor; en otros, esta etimología conlleva elementos de la casualidad y anécdotas, que no por eso, deja de ser llamativa y hasta divertida.
Y es que no deja de ser inmensamente atrayente, la relación entre un algo y su nombre, es decir, entre su esencia y la forma como es llamado...
Julieta, en la magistral obra de Shakespeare, se cuestiona sobre esto, ya que su amor se vuelve imposible, debido a su nombre y al de su pretendiente:
"¿Por qué no tomas otro nombre? La rosa no dejaría de ser rosa, tampoco dejaría de esparcir su aroma, aunque se llamara de otra manera."
-Monólogo de Julieta, en Romeo y Julieta, de William Shakespeare-
Romeo y Julieta. En una posible adaptación musical. No sé, piénsalo. |
Juan, el Pastor, se molesta por ser llamado F-48, al sentirse ignorado en su humanidad, en su verdadera dignidad. F-48 es sintético, pero Juan es humano.
"Mi nombre verdadero es Juan. Poca cosa, ¿verdad? ¡Pero humano, señor, humano! Millares de Juanes han escrito libros y han plantado árboles. Millones de mujeres han dicho alguna vez en cualquier rincón del mundo "te quiero, Juan". En cambio ¿quién ha querido nunca al "F-48"? Juan sabe a pueblo y a eternidad: es el hierro, la madera de roble, el pan de trigo. "F-48" es el nylon".- El Pastor, en Los árboles mueren de pie, de Alejandro Casona.
Hoy, What's in a name? es reconocido como un refrán popular en la cultura anglosajona, que presenta la invitación a ir más allá de lo visible -el nombre- y reconocer a una persona por su verdadera esencia; e incluso, no queda limitado a las personas, sino que se convierte en una versión anglo del popular: "no juzgues a un libro por su portada".
¿Qué hay en los nombres departamentales?
Pero antes de alejarnos más del tema central de este escrito, haremos un rápido recorrido por los nombres de los 32 departamentos de Colombia, para conocer sus orígenes. Iniciamos, con departamentos que tienen su nombre en honor a un héroe de la independencia.
Bolívar: El primero en nuestra lista, es indudablemente, Bolívar. Cuyo nombre, por supuesto, rinde homenaje al Libertador de 6 naciones latinoamericanas, del yugo español. Bolívar no solamente cuenta con un departamento, sino con al menos, unos 5 municipios: En Santander, Antioquia, Cauca, Valle y El Carmen de Bolívar, por supuesto, en Bolívar.
El Carmen de Bolívar, cuna del músico Lucho Bermúdez. Fuente propia. |
El ciego Manuel de Rivera, benefactor del Santuario de Las Lajas, en Ipiales, Nariño. Fuente propia. |
Sucre: al igual que Bolívar, Antonio José de Sucre nació en lo que hoy es Venezuela, y hoy, el Estado donde se sitúa Cumaná (su ciudad de nacimiento) lleva su nombre. Por otro lado, en Colombia, además de un departamento, Sucre cuenta con 3 municipios: en Santander, Cauca y Sucre (mismo caso de Nariño, Nariño); sin embargo, lo más interesante de este último Sucre, es que allí vivió gran parte de su vida, el Nobel Gabriel García Márquez, y fue allí donde ocurrió la historia de los hermanos Pedro y Pablo Vicario, quienes cometieron el crimen narrado en Crónica de una muerte anunciada -otro ejemplo de una máxima literaria, que se convirtió en un modismo-.
Parque Santander, en Sincelejo, la capital de Sucre. Fuente propia |
En una próxima entrega, recorreremos los departamentos con nombres a partir de vocablos indígenas y otros, a partir de nombres heredados de la conquista y la colonia española. En el camino nos vemos.